Se combina aprendizaje teórico, desarrollo práctico y actividades alternativas. Este enfoque esta diseñado para garantizar que los alumnos adquieran tanto el conocimiento técnico como las habilidades practicas necesarias para actuar de forma eficiente y segura en situaciones de emergencia.

Las sesiones teóricas están orientadas a proporcionar una base solida de conocimientos sobre primeros auxilios, prevención de accidentes y gestión de emergencias.

Las actividades practicas se enfocan en la aplicación de técnicas esenciales, como la reanimación cardiopulmonar (RCP), la inmovilización de victimas y el uso de desfibriladores.

Se presentan casos prácticos y escenarios simulados que los alumnos deben analizar y resolver en equipo. Esto fomenta la capacidad de tomar decisiones bajo presión, priorizar acciones y aplicar protocolos de emergencia.

La evaluación se realiza de manera sistemática durante todo el curso y se emplean herramientas de retroalimentación para identificar fortalezas y áreas de mejora de cada participante.

El programa garantiza la inclusión de todos los participantes, implementando ajustes razonables en las instalaciones, esto asegura que todos los alumnos puedan participar en igualdad de condiciones.